La emotiva reconciliación de los viejos amigos es interrumpida sin embargo por la aparición del mentado nuevo caza que se supone habrá de reemplazarles, el letal y esquivo “Ghost X-9”, decidiendo Guld hacerle frente enviando a Isamu a rescatar a Myung, tras enterarse que Sharon le tiene prisionera.

Mientras tanto, Myung logra escapar de sus ataduras y corre a la habitación en la que se encuentra el procesador central de Sharon en un intento desesperado por desactivarla, obteniendo un arma de fuego automática en su camino.

Cuando el efecto hipnótico de la canción de Sharon se encuentra en su cúspide un enajenado Marj se arroja al vacío mientras la imponente Macross original despega por primera vez en 30 años ahora controlada por una Sharon totalmente impredecible.

En ese momento Myung dispara el arma que obtuvo anteriormente al procesador de Sharon con muy pobres resultados, mientras esta se manifiesta nuevamente ante ella, confesándole que planea otorgarle la emoción definitiva que ella nunca pudo darle a las personas ni a su amadao Isamu, intentando demostrar que ella es capaz de lograr lo que Myung nunca se atrevió a intentar.