Reseña Cho Jikuu Yousai Macross Ai Oboete Imasuka?

Luego del gran éxito obtenido por la serie de televisión entre 1982 y 1983, la decisión de una adaptación cinematográfica de tan conmovedora historia parecía de lo más lógico, pero en esta ocasión, sus realizadores habrían de llevar los límites de sus capacidades hasta niveles difícilmente antes vistos permitiéndose así enmendar los numerosos errores cometidos anteriormente, con un resultado trascendental, que a día de hoy permanece como referente de estándar de calidad.

En vez de presentar una historia complementaria sacada de la bolsa y sin ninguna continuidad con la serie original, el proyecto más bien tuvo como cometido replantear todo lo antes presentado, siendo así una re narración de los eventos vistos en la serie en un orden ligeramente diferente pero que a grandes rasgos era la historia que todos conocían bien, por supuesto con una serie de notables mejoras en el apartado visual, aunque ahogando tal vez demasiado la fluidez una historia que a pesar de todo ya era algo extensa.

El joven Shoji Kawamori recibía pues, la oportunidad de codirigir el proyecto, mano a mano con el veterano Noburo Ishiguro, que le brindaba el voto de confianza al talentoso creativo diseñador al percatarse de las ideas tan específicas que tenía en mente, permitiéndole además, presentar una historia más cercana a su visión original, sin necesidad de incluir personajes o secuencias innecesarias para cumplir con estándares prestablecidos para un formato como lo es una serie de televisión.

Es así como volviendo a contar con los elementos clave del staff que había contribuido al origen de la franquicia, Kawamori tomó el timón de esta gigantesca nave para llevarla buen puerto, presentando de esa manera, una historia ligeramente más sombría y madura, prescindiendo de la jocosidad inevitablemente recurrente en las series de animación de la época, procurando manejar apenas un par de secuencias cómicas caracterizadas por un sentido del humor un tanto más ligero, prefiriendo enfocarse al aspecto que literalmente daría nombre la obra, el amor.

No debe causar sorpresa el decir que esta es una película romántica, la cual resulta que tiene como contexto un conflicto interestelar de proporciones apocalípticas, aspecto que sin duda la hace sobresalir de tan polarizante género, sin embargo, la esencia pura del filme es el romance y las relaciones humanas de sus personajes, haciendo de lado durante pasajes de duración considerable "la guerra espacial".

Es común ver rimbombantes subtítulos en adaptaciones cinematográficas con poca trascendencia o incluso de naturaleza genérica que a la postre hacen incluso difícil recordarlos, pero en pocas ocasiones un subtítulo es tan acertado como en "¿Recuerdas el amor?", y esque el eje central de la obra nunca se desvía de la premisa del incierto rumbo que los sentimientos humanos puede llegar a tener al enfrascarse en toda clase de conflictos personales. Si  bien la historia plantea un escenario en el que se lleva a la llamada "guerra de los sexos" a niveles literalmente estratosféricos, resulta por demás interesante el planteamiento de la humanidad como heredera y guardiana de un legado cultural que está al borde de la desaparición, aún cuando es precisamente la condición humana la que con frecuencia demerita algo tan esencial como lo son los sentimientos.

Es así como encontramos a un puñado de personajes que habrán de descubrir y experimentar el amor en diversas formas, cada uno de ellos con ideas preconcebidas ante dicho sentimiento, ideas que habrán de reconsiderar conforme se desarrolla la trama poniéndoles a prueba constantemente, aquí sí cayendo tal vez en la cursi premisa de encontrar el amor en el lugar y la persona "menos esperada", pero que habría de moldear todo un estilo por el que la franquicia es hoy ampliamente recordada e incluso parodiada.

Mención completamente aparte, merece el apartado visual, el cual es total y absolutamente impecable, con unas delirantes secuencias de acción que alcanzan el máximo detalle y un dinamismo sublime, definiendo todo un estilo y subiendo el nivel de complejidad una y otra vez, demostrando las capacidades de cada uno de los involucrados para eventualmente convertirles en referentes de la industria, sobresaliendo el trabajo de artistas como Ichiro Itano y nada más y nada menos que Hideaki Anno, (que posteriormente habría de fundar el célebre estudio GAINAX, y conocido mundialmente por haber creado la mítica serie "Shin Seiki Evangelion").

Además la evidente mejora en la calidad de la animación, es desde su fuente principal como lo son el diseño mecánico y de personajes, que la estética ya de por si bastante llamativa estética de la serie original, vio un muy sofisticado "retoque", con mecanismos un tanto más "robustos" y personajes con un aspecto inusualmente más "maduro", esto último si bien un tanto difícil de entender, visualmente logra un resultado mucho más sofisticado, aunque los fanáticos de la serie original pueden llegar a tener dificultad al relacionarlo con la estética que ellos recuerdan.

Todos y cada uno de los aspectos de la producción del proyecto vieron una mejoría sustancial para esta adaptación, y la música no podía ser la excepción, con una partitura obra del maestro Kentaroo Haneda que se desprendía de las peculiaridades de la obra original para llegar a alcanzar magistrales resultados aunque claro circulando en la misma órbita del jazz fusión, aunque en esta ocasión combinándolo con orquestaciones no tan rocambolescas, sino dotadas de cierto misticismo debido al enfoque que la historia prefiere dar al misterioso origen de la humanidad.

A día de hoy el filme permanece como una joya indiscutida de la animación japonesa, aunque un tanto relegada debido a los numerosos y con frecuencia incomprensibles embrollos legales que la franquicia ha enfrentado a través de los años, encontrando aún así en más de una ocasión, una vía hacia occidente, de una u otra forma no sin debidas adaptaciones y censuras, pero logrando aún así convertirse en un título de auténtico culto, citada regularmente como una de las obras de animación japonesa más emblemáticas de los años 80's y todo un logro de un equipo tan ambicioso como talentoso, logro que la franquicia muy difícilmente volvería a lograr en el futuro, lo que no hace sino aumentar el mérito de esta película que en resumidas cuentas no es otra cosa sino un clásico inmortal indiscutible.

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