Un Curioso Pendiente: El Manga de Haruhiko Mikimoto

Como hemos podido constatar hasta este punto, la franquicia Macross se había orientado principalmente a la animación como su medio principal, relegando a los impresos como una plataforma “menor” recurriendo a ellos básicamente sólo para adaptaciones de los propios proyectos animados a sus respectivas novelizaciones o peor aún, cómics que se limitaban a utilizar capturas de dichas series, sin mostrar así arte original en absoluto.

Sería así que, tras ser convocado nuevamente para un proyecto de animación de la franquicia, como lo fuese Macross 7, el diseñador de personajes, Haruhiko Mikimoto decidiría hacer un aporte netamente original, con una visión muy personal de lo que daba identidad a la franquicia en un principio, más allá de los elementos románticos y musicales, tan evidentes como obligados en cada obra que la compone.

Al considerar que la mencionada Macross 7 ignoraba por completo los entresijos de la política militar, clara influencia de la serie Gundam, de la que Mikimoto y Shoji Kawamori se declaraban fanáticos en sus años de estudiantes, el ilustrador lograría obtener los permisos por parte de BIG WEST para disponer del nombre Macross, para una publicación de claro corte más artístico y no tan excesivamente comercial como lo era la jovial serie de televisión principal de 1994.

El medio destinado para esta obra seria la de un manga (historieta japonesa, por lo general en blanco y negro, con ocasionales insertos a color), uno que la franquicia había ignorado por completo hasta ese momento. Sería así como Mikimoto comenzara a publicar su visión particular de la franquicia, valiéndose de la innegable popularidad de Macross 7, creando una especie de “spin off” o “side story” a modo de contar una historia que se desarrollara paralelamente a los sucesos vistos en la serie de televisión, llegando a recurrir en muy contadas ocasiones a referencias a los personajes y escenarios recurrentes de la serie protagonizada por Fire Bomber.

Sería pues, en el primer número de la revista "Shonen Ace", en octubre de 1994 cuando comenzaran a publicarse en 52 capítulos mensuales. comenzando a recopilarse en el formato conocido como “tankobon” (un volumen que recopila entre 5 a 6 capítulos por número en este caso) en abril de 1995, culminando así estos números hasta el año 2001.

La irregular periodicidad de la publicación de esta obra, en gran medida debido a los numerosos compromisos del ilustrador darían como resultado una extensa brecha entre la aparición de los episodios, lo que sin duda acabaría viéndose reflejado en el ritmo de la historia, la cual llega a perder solidez de manera notable en más de una ocasión, relegando así a la obra a un plano muy menor llegando a quedar casi en el olvido, de no ser por una serie de ediciones en el extranjero que ayudarían a difundirla extensamente sobre todo y muy curiosamente en países hispanoparlantes muy en contraste con los medios principales como las series animadas, películas e incluso los juegos de vídeo.

Sería así por muchos años, este manga el único medio oficial de la franquicia disponible en nuestro idioma que se pudiera distribuir de manera completamente legal en las tiendas de cómics de estas latitudes, lo que ayudaría a prevalecer aunque de manera discreta el legado de la serie original, así como el de uno de sus principales pilares, el magnífico Haruhiko Mikimoto quien si bien, esta no sería de ninguna manera su debut en el manga, si sería su primer obra notable debido a la inercia que el nombre Macross genera.

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