Otro elemento curioso a destacar es la omisión de los “apellidos” en los nombres de los personajes alienígenas, tanto zentran como meltran, siendo esto una de las diferencias que podrían tener más interpretaciones, muy probablemente decidiéndolo para enfatizar la idea de una estructura social deshumanizada, haciendo referencia a individuos producidos en serie, catalogados con una cifra en vez de una mayor identidad, es aquí donde encontramos una cierta influencia distópica en el discurso de Macross.

Macross no es ni de lejos una historia acerca de un futuro distópico, pero es muy claro que casi ninguna obra de ciencia ficción se salva de alguna referencia a esta clase narrativas. El futuro que Macross propone es más bien esperanzador, nada demasiado oscuro, y se plantea el escenario del triunfo de la estructura social actual sobre un desarrollo tecnológico desmedido, lo cual se ve representado en la atracción que sienten los zentran hacia la cultura humana, los sentimientos y sus expresiones en forma de arte, particularmente la música.

Obteniendo inspiración en las teorías de los alienígenas ancestrales, que sin duda alguna, con su planteamiento de una intervención alienígena en la evolución de la raza humana, nos hace recordar documentales del History Channel u otros canales dedicados al misterio, con todas sus hipótesis vagamente plausibles dan como resultado una muy entretenida y bien elaborada obra de ciencia ficción con algunos toques de fantasía.