Fecha de lanzamiento: 21 de septiembre de 1984

Sello: Victor Entertainment

De modo muy similar a como ocurriría con la serie original, con la aparición del peculiar álbum "Rhapsody In Love", que incorporaría composiciones inéditas del señor Kentaroo Haneda, es como encontramos esta muy muy bella placa, compuesta íntegramente de piezas instrumentales, inspiradas por pasajes de la película “Ai Oboete Imasuka?”, pero que no formaron parte de la banda sonora original, todas ellas compuestas, naturalmente por el propio Haneda, acompañado en la interpretación, nuevamente por Healthy Wings Orchestra.

Sin embargo, este disco que hoy día es considerado una auténtica rareza, pues ha permanecido descontinuado por décadas y jamás ha sido remasterizado, probaría de manera muy poco celebrada o si quiera conocida, ser una de las expresiones musicales más sofisticadas, inspiradas y magistralmente representadas del honorable señor Haneda, decidiendo así desapegarse radicalmente del estilo jazz fusión que había caracterizado a sus composiciones para la franquicia, apostando ahora por un estilo mucho más sinfónico, menos extravagante y particularmente más melancólico.

El melódico viaje comienza ya desde la primera pieza llamada que "Four Seasons", que por su sugerente título hace pensar que nos encontraremos con otra mediocre interpretación de una pieza clásica del barroco, en un pretencioso y extravagante producto japonés, pero que por suerte no es nada ni remotamente parecido, sino una bella y melancólica composición, que sin temor a exagerar, podemos equiparar con cualquiera de las más memorables piezas "hollywodeses" en su época de oro.

A través de su "tracklist", el álbum al que podemos definir casi literalmente como un estuche de monerías, sorprende una y otra vez, incorporando audazmente muchos elementos hasta ahora ausentes en la música de macross, como es el caso del tema "Asa No Shokutaku" (que curiosamente en español vendría a traducirse sencillamente como “Mesa de desayuno”), llega a incorporar un instrumento tan anacrónico como lo es el clavecín, pero que lejos de impregnar la esperada sensación barroca propia del instrumento, extrañamente se complementa con la presencia de clarinetes, siempre imprescindibles para el señor Haneda para obtener un resultado un tanto más contemporáneo. Una pieza extraña en instrumentación, pero sofisticada y nada extravagante por su interpretación, definitivamente una de las joyas más brillantes en este tesoro perdido.

El viaje musical que implica este disco iría modernizándose gradualmente a continuación con el tema "Machi Kado", en el que ahora el maestro Haneda se permite recurrir a una afable melodía de armónica, con una presencia más marcada de instrumentos muchísimo más contemporáneos, como el bajo y la guitarra eléctrica, acompañados de una sección de cuerdas un tanto más pícara y que dan forma sin duda a la pieza más parecida a su estilo característico.

Resulta a grandes rasgos algo curioso escuchar un disco con música inspirada en la ciencia ficción que suene tan irremediablemente melancólico, al grado que puede afectar severamente el estado de ánimo del escucha, estando aquí ausentes las grandes marchas y las fanfarrias, siendo brutalmente reemplazadas por dulces pasajes melódicos, tal vez más recomendables para escuchar en sesiones intensas de lectura o estudio y no para evocar escenas épicas y estrepitosas, que es por lo general, uno de los principales alicientes para adquirir discos de banda sonora.

En tan sólo 45 minutos, el disco brinda un acertado recorrido musical, valiéndose de diversos recursos instrumentales que enriquecen el sonido en general de la obra, que merece ser revisitada y tomada más en cuenta, cerrando con la pieza "Three Hearts", que recuerda un poco al último tema del álbum "Rhapsody In Love", nuevamente evocando los fuertes sentimientos entrelazados en el que es probablemente uno de los triángulos amorosos más famosos del mundo del anime.

La enorme tradición musical de la franquicia que en ese momento apenas estaba forjándose, hacía algo lógico la aparición de una suite propia, y si bien en el más estricto sentido del término, el material aquí incluido no puede ser considerado totalmente como una misma tonalidad, ya que los diversos “movimientos” si proyectan la dimensión de la obra más allá de una simple reinterpretación o inclusión piezas que habían sobrado de las partituras originales, sino una obra independiente, original y única, que esperemos en algún momento, la disquera dueña del antiguo catálogo de Victor Musical Industries se digne a reeditar propiamente restaurada.