El Sacrificio de Amor de Gigil
Tras la batalla, Exsedol es rescatado de ente los escombros y llevado de vuelta al puente de mando del “Battle 7”, mientras un regenerado Basara habiendo regresado de su viaje interestelar, decide volver con sus compañeros a Ciudad 7.
Luego de su experiencia recorriendo la galaxia, Sivil vuelve a quedar inconsciente, siendo protegida celosamente por Gigil, quien es perseguido por unidades de reconocimiento de las Fuerzas Unidas, al igual que por las fuerzas de Gepelnitch.
Tratando de acorralar a la Flota Macross 7, Valgo usa sus poderes para crear una interferencia en el sistema de pliegue de las naves de la flota, mientras Sivil es sometida por Gavil poniéndole en peligro mortal, mientras lastima gravemente el cuerpo humano que Gigil había estado controlando hasta ese momento, obligándole a disponer de su verdadero cuerpo, el cual también había sido sellado en el 4to. Planeta del Sistema Varauta, transportándolo de inmediato hasta el Planeta Lux.
Una vez con su verdadero cuerpo, Gigil usa todos sus poderes para acabar con todo aquél que amenace a Sivil, aniquilando a Valgo y haciendo que las fuerzas de Gepelnitch se retiren, permitiendo así que la Flota Macross 7 pueda escapar mediante un pliegue espacial. Sin embargo, como resultado de tal despliegue de poder, Gigil acabaría sacrificando su vida y destruyendo por completo el Planeta Lux, causando gran pesar en Sivil y Basara.
Esforzándose por superar la muerte de Gigil, por quien Basara acabó sintiendo gran afinidad, el músico intenta refugiarse en sus canciones, como homenaje al protodeviln caído, quien también llegó a ceder ante el poder de la música.
Tras estos eventos, Basara comienza a proponer a los militares que los protodevilns son seres con sentimientos, capaces de sentir el poder de la música, por lo que no se les debe atacar con armas de destrucción masiva, como el insensato Coronel Barton comenzaba a sugerir.
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