La secuela más esperada se convierte en una desabrida decepción

Ya bien entrado el año 1992 la expectativa tras el anuncio de una secuela de la franquicia que estaba celebrando su décimo aniversario fue enorme, no se exagera al afirmar que, en su momento, fue la secuela más esperada hasta ese entonces de una serie de anime. Se trataba pues de una miniserie en el peculiar formato casero conocido como O.V.A. (por sus siglas en inglés anime original para vídeo [casero]), un formato que había probado ser bastante innovador pues permitía limitar la cantidad de entregas proporcionalmente para aumentar la cantidad de presupuesto destinado a otros aspectos de producción, como lo eran la banda sonora, promoción y por supuesto, animación, del que ya se habían obtenido excelentes resultados en títulos como "Megazone 23" y "Top O Nerae" ("Gunbuster") algunos años atrás, ambos proyectos con una destacada participación de Haruhiko Mikimoto, uno de los pocos miembros del equipo original que accederían a volver a trabajar en la franquicia luego del tentativo final de la misma ya un lustro antes.

Fue así como la agencia BIG WEST en un movimiento obstinado por continuar generando ganancias en esta potencial oportunidad de negocio finalmente anunció a los fanáticos la decisión de continuar expandiendo la historia de la franquicia, con una serie de proyectos relacionados, siendo el principal de ellos una secuela a la que dieron el subtítulo de "Lovers Again", implicando que básicamente los ingredientes que hicieron a la historia original tan exitosa volverían a estar presentes de alguna u otra forma, aunque desde el vamos ya se estaría adelantando de forma implícita una cierta limitante en lo que a innovación se trata.