Finalmente, Enika se manifiesta ante Shiba para sorpresa de este, mientras a lo lejos, nuevamente Pasha contempla la conmovedora escena que parece sugerir otro desaire de Shiba a Enika.

El importante encuentro da inicio y tal como se esperaba, resulta en una épica batalla cuerpo a cuerpo, con un Shiba más sabio y maduro que intenta medir la verdadera fuerza de Jebil al principio del combate. Fuera del coliseo, una despechada Enika sólo puede escuchar los resultados poco favorables para su amado.

Durante la batalla, Shiba logra llevar a Jebil al límite de sus capacidades, desatando todo su potencial, a pesar de las contraproducentes consecuencias que esto pueda tener, mostrando así Jebil una amplia ventaja en el primer asalto.

Al comienzo del segundo round, Shiba es sorprendido por un intenso ataque de Jebil que le derriban sin remedio, volviendo a estar al borde de la descalificación, sin embargo Shiba logra ponerse de pie una vez más para volver a atacar de frente a Jebil mientras el público enloquece, y las emociones a flor de piel siguen dotando de spiritia al sistema del coliseo, para beneplácito del Coronel Basselon, cuando de repente, tras una intensa secuencia, el polvo levantado por el encarnizado combate, sólo deja ver un enorme rastro de sangre.

Mientras tanto, el Capitán Maximilian finalmente decide entrar en acción ordenando el arresto del Coronel Basselon, cuando de repente, en las afueras del coliseo, Enika finalmente acaba colapsando.

Luego de que el polvo finalmente se disipara, se revelaría que habría sido Jebil quien había caído estando apunto de ser descalificada, sin embargo, esto no hace sino recrudecer la batalla, haciendo que el instinto guerrero zentradi presente en Jebil llegue a su máximo, expresando su desprecio por los humanos.

En ese momento, un numeroso grupo de zentradis inconformes comienzan a aglomerar las calles de Ciudad 7, siendo convocados por un misterioso zentradie que tiene la intensión de suministrarles la spiritia absorbida durante la encarnizada batalla de Jebil, estando así la Flota Macross 7 al borde de una revuelta.

Shiba lograría ponerse de pie una vez más, al recordar las palabras de aliento de Enika, por quien finalmente ha aceptado estar enamorado, logrando así absorber la energía de los ataques de Jebil, gracias al sistema desarrollado por su madre, presente en su nuevo traje.

Una reincorporada Enika contempla el resurgimiento de Shiba, quien ahora está rodeado de una misteriosa energía resplandeciente, que le permite contra atacar de lleno a Jebil, quien a su vez sigue absorbiendo la energía del coliseo entero, lo que le permite crear una proyección suya de enorme e intimidante tamaño.