Surgen las Intrigas

Luego de convencerle de tener una cita, Shiba regresa a los entrenamientos del equipo “Skull Black” para descubrir que Mobad ahora será su compañero en este equipo, nuevamente como una hábil jugada de Mahara, quien a partir de ese momento se desempeñaría como entrenadora de ambos.

Luego de un largo día, Enika y Shiba conversan sobre sus aspiraciones, las cuales van tomando cada vez más impulso de otra forma, expresando así la sensible promotora todas sus inseguridades, al no sentirse capaz de estar a la altura del legado de la gigantesca Minmay, algo que causa mucho conflicto a Shiba, quien no parece darle importancia a las hazañas del pasado, llegando a reprochar a Enika el verse obligada a imitar a otra persona, lo que Enika rebate señalando que dado que él tiene un talento nato, no es capaz de entender lo que es admirar a alguien.

La actitud grosera e insensible de Shiba dan pie a muchos tropiezos en su indefinida relación con Enika, tendiendo nuestro héroe a mostrarse emocionalmente distante e indolente ante los problemas de su compañera, así como a  su supuesto origen bastardo de la dinastía Jenius.

Del mismo modo que Mylene Jenius, Enika tiene como mascota a una especie de ratón espacial llamado Haomaru, aunque a diferencia de Gubaba, este suele quedarse en casa aguardando el retorno de su ama al final de la jornada, dando paso así a algunas escenas algo subidas de tono al estar presente en alguno de los momentos más íntimos de la aspirante a “idol”, a la par de su faceta como promotora del equipo “Skull Black”.

Tan pronto como Mahara se incorpora como entrenadora, la actitud de Shiba cambia radicalmente, presentándose puntualmente a los entrenamientos, durante uno de los cuales surge un enfrentamiento directo entre Shiba y Mobad por obtener el número 4 en su uniforme, así como por un beso tanto de Mahara como de Enika del cual Mobad resulta vencedor luego de que Shiba cayera en un exceso de confianza, llevándole así a un periodo de aislamiento auto impuesto reflexionando sobre su verdadero nivel en el juego.

A pesar de su victoria, Mobad se muestra sumamente respetuoso con Enika, debido a su educación en una familia de fuerte tradición budista, por lo que decide no ensañarse con la dulce promotora.

Luego de este incidente, Enika misma decide entrenar también de manera más ardua encontrándose en una de estas sesiones con Mahara, con quien discute sobre la verdadera personalidad de Shiba, la cual se caracteriza de estar libre de complejos con respecto a sus habilidades y su origen humilde, muy a diferencia de la abrumada Enika.

De repente, Hoyer aparece nuevamente para contactar a Mahara despertando una gran intriga en Enika, quien no olvidaría el rostro del misterioso militar.

Durante su encuentro con Hoyer, Mahara intenta obtener la información que su sospechoso aliado ha logrado recabar recientemente, haciéndole ver que ahora disfruta de una vida más tranquila en una nave resagada del resto de la flota.

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