Por desgracia esto no resultaría lo suficientemente atractivo para el mercado japonés, como para poder solventar las ambiciones de Iijima, que irremediablemente en un momento dado llegaron a contrastar con las de los ejecutivos de la disquera a la que se había afiliado.

Toda vez que Iijima dio por finiquitada su relación contractual con su sello discográfico, decidió reinventarse completamente e incluso tomó la osada decisión de mudarse a Estados Unidos, debido a la limitada proyección y visión artística que Japón tenía como para poder permitirle continuar con su carrera en sus propios términos, llegando así a renegar constantemente de su pasado en la industria del anime, y tratar de forjarse una identidad completamente diferente empezando desde cero en un país donde nadie supiera de su existencia.

Sería entonces cuando comenzaría a desarrollarse una segunda etapa en su carrera conocida como su “etapa independiente” en la que radicando en Los Angeles, California, realizaría una constante producción discográfica, regularmente acompañada de músicos "sesionistas" de gran renombre que habían tocado con los actos más importantes de la escena musical mundial desde Michael Jackson hasta Pink Floyd, lo que sin duda se vio reflejado en una mayor madurez musical, trabajando codo a codo con todo tipo de talentos en las sesiones de grabación de dichos álbumes durante las cuales sin duda Mari Iijima vio un aprendizaje y desarrollo creativo enorme.