Actualmente se usa esta palabra para referirse de manera genérica a una franquicia de medios japonesa que tuvo su origen a principios de los años 80’s caracterizada principalmente por la peculiar combinación entre la ciencia ficción y romance, complementada con una más que destacable producción musical.

Iniciando con una serie de televisión emitida durante un período algo “corto” de tiempo, que durante su gestación hubo que enfrentar una enorme cantidad de dificultades hasta que por fin pudo ver la luz, superando fuertes problemas de presupuesto y de dirección creativa de los involucrados, lo que sin duda se vio reflejado en el resultado final, que a pesar de haber mermado considerablemente su calidad técnica, el argumento era lo suficientemente sólido y cautivador como para enganchar a un público joven y que en aquella época se impresionaba con mayor facilidad, pero que a la larga comenzaría a desarrollar un gusto cada vez más sofisticado y exigente, debido a los altos estándares de calidad manejados posteriormente por los creadores una vez que el producto se encontraba ya plenamente posicionado.

En los albores de la década de los 80’s, con el auge del género conocido como “space opera”, que en occidente se encontraba en su cénit con productos como "Star Wars" y "Star Trek", y en Japón comenzaba a tomar fuerza luego del aunque en un principio moderado éxito de la serie "Kidou Senshi Gundam" y "Uchu Senkan Yamato", éste comenzaría a influir a una nueva generación de jóvenes creativos, entre los que se encontraban tres chicos aún estudiantes que se convertirían en el pilar de lo que se convertiría más tarde en los atractivos principales de la serie.

Uno de ellos sería el joven Shoji Kawamori, un joven diseñador industrial que luego de la enorme impresión que recibió durante su niñez al presenciar la transmisión de la llegada del hombre a la luna en 1969, habría de comenzar a dar los pasos que eventualmente lo llevarían a dedicarse a la creación y desarrollo de obras de ciencia ficción.

Este joven que ya había participado en proyectos de alto impacto, como el desarrollo de algunos de los diseños que formarían parte de la línea “Diaclone” por la compañía de juguetes Takara y que en occidente eventualmente conoceríamos como “Transformers”, mostraba ya desde muy temprana edad una calidad creativa sobresaliente, no sólo en el diseño mecánico, para el que ya había aportado su primera obra maestra para ese entonces, un diseño concebido bajo el nombre de “Battle Convoy”, que a la larga sería conocido por muchos de nosotros como un tal “Optimus Prime”, sino también al haber comenzado a desarrollar una historia de ciencia ficción completamente nueva, que lo llevaría a buscar un mayor control creativo con respecto a sus propias ideas.