Para el año 1981 el joven Kawamori comenzaría a gestionar un proyecto, naturalmente conforme a su mayor habilidad, enfocándolo al estilo “mecha”, un género que ya gozaba de bastante popularidad en Japón, con obras como la citada "Gundam", además de otro clásico ampliamente conocido en occidente como lo es "Mazinger Z", entre muchos otros.

Como ocurre en cualquier proyecto, para su eventual implementación es con frecuencia necesaria la presencia de ciertas figuras patrocinadoras, que de una u otra forma financian todas las necesidades de los creativos al momento de desarrollar sus ideas, por lo que Kawamori tuvo que enfrentar una gran cantidad de circunstancias adversas en un principio, al generarse diferencias creativas con una primera entidad que pretendía patrocinar el proyecto, situación que eventualmente culminaría con la retirada de dicha agencia, lo que pondría en riesgo la continuidad del proyecto.

Es en ese momento cuando entra en escena la agencia de publicidad BIG WEST, quienes en un voto de confianza para el joven talento, deciden dar luz verde a la dirección creativa que este pretendía seguir, aunque adaptando un poco el producto a las tendencias del mercado en oriente, para que este resultara un tanto más atractivo, siendo este el momento en el que comenzara a gestionarse otro de los aspectos clave de la trascendencia de la franquicia.