Sin embargo el producto seguía resultando sumamente provocativo, incluso desde el aspecto visual, como se había mencionado anteriormente, si bien el concepto de robot transformable no era algo nuevo, los diseños de Kawamori resultaban mucho más sofisticados que los que continuaron realizándose por Takara y "Hasbro", la complejidad del trabajo realizado por él y su equipo, entre los que destacaba su otro amigo de la infancia, el también diseñador Kazutaka Miyatake, quien había diseñado a la mismísima fortaleza espacial, a la que asignaron el nombre de Macross, después de haber descartado varios títulos como “Battle City Megaroad”, esto debido a la afición de uno de los miembros del staff por la popular obra literaria del celebérrimo escritor inglés William Shakespeare “Macbeth” que su pronunciación japonesa resulta en algo así como “Makubesu”, lo que aunado al concepto de una nave de enormes proporciones, culminó en la deformación del vocablo “macro” hasta terminar en “Macross” o como los nipones lo pronuncian “Makurosu”.

A pesar de volver a estar en riesgo de cancelación, la agencia BIG WEST ya había realizado una fuerte inversión al comenzar a promocionar la serie en la televisión, por lo que presionó al equipo para su estreno, además de la gran expectativa que ya existía en el público aficionado, al que hoy se le asigna el término casi peyorativo de “otaku”, por lo que parecía que el estreno ya estaba predestinado, y ¿Por qué no decirlo?, de un modo u otro, el terreno parecía listo para alcanzar el éxito.