Depués de dos años, la humanidad ahora en alianza con los zentradi sobrevivientes, han comenzado una nueva era, de reconstrucción y preservación de la especie, construyendo diferentes asentamientos sobre la devastada superficie terrestre, sin embargo, algunos zentradis han comenzado a sentirse decepcionados e incapaces de adaptarse al modo de vida pacífico, por lo que muchos se involucran en disturbios y se unen a la causa rebelde de Kamjin Kravshera, ahora aliado con Laplamiz, quien ha decidido no permanecer en alianza con las Fuerzas unidas, y sirve como líder de los zentradi descontentos.

Kamjin y sus aliados realizan diferentes ataques sobre diversas ciudades robando equipo tecnológico, como lo son una cámara de micronización a modo de ofrecer la opción de regresar a los zentradi que así lo deseen regresar a su tamaño original y de continuar con su modo de vida guerrero.

Durante este periodo de post-guerra, los personajes atraviesan por un periodo de reflexión en sus vidas, Hikaru por ejemplo comienza a volverse más cercano a Misa, lo que no significa dejar de discutir con ella, mientras Minmay encontrándose algo estancada en su carrera, comienza a dudar sobre sus motivaciones para cantar, al tanto que Misa empieza un proceso de aceptación, al admitir que tiene un fuerte sentimiento hacia Hikaru y a dejar de engañarse a sí misma aparentando más fortaleza de la que en realidad tiene, mostrándose así cada vez más sensible.

Max y Milia han tenido una hija, a la que utilizan como símbolo de paz y unión entre ambas razas, llegando incluso a llevarla a una misión en el espacio exterior, con la finalidad de recuperar un satélite fábrica, custodiado por la flota del comandante Dagao con quien utilizan el ataque cultural, al mostrarle el resultado de la unión de un hombre y una mujer personalizada en la figura Komillia Maria Fallyna Jenius.