Sin saberlo, la abatida nueva pareja llegan a un planeta desolado el cual resulta ser la tierra, revelándose así que durante el ataque zentran de medio año antes toda la superficie terrestre fue devastada por el inconmensurable poder de fuego de los gigantes, lo que causa un severo estrés en ambos agudizando ya sus deporsí frecuentes fricciones.

Durante 1 mes Misa y Hikaru recorren la devastada tierra sobreviviendo con las provisiones que quedaron del portaaviones CVS-101 Prometeo de las Fuerzas Unidas, hasta que en una de sus numerosas exploraciones, descubren una misteriosa estructura en medio del océano que no parece ser humano ni zentran. Al inspeccionar la estructura, la pareja descubre que se trata de una antigua ciudad cuyo origen descubrirían poco después al encontrar la computadora central que abastecía de energía la ancestral metrópolis.

Es la información contenida en dicho ordenador la que revela el impactante origen de los humanos y los gigantes, de mano de una ancestral civilización interestelar conocida como "Protocultura", que durante cientos de miles de años, surcó la galaxia entera con ayuda de su increíble capacidad tecnológica que les permitió crear eventualmente una serie de armas biológicas, con el único propósito de hacer la guerra, en la forma de poderosos guerreros gigantes, quienes con el tiempo se revelaron y persiguieron y aniquilaron a sus creadores, y tras dominar las avanzadas técnicas de manipulación genética de la Protocultura pudieron reproducirse por separado, dividiéndose así en dos bandos convirtiéndose así los hombres en los zentraedie y las mujeres en las meltradi, siendo así la misteriosa ciudad en la que nuestros héroes se encontraban el último vestigio de la Protocultura quienes en un desesperado intento de revertir la situación, intentaron empezar de nuevo modificando los genes de los habitantes del primitivo planeta tierra, siendo descubiertos sin embargo algún tiempo después, cuando la guerra de los gigantes alcanzó al sistema solar, decidiendo así abandonar la tierra y ocultar la existencia de los "micro clones" quienes representaban la última esperanza de restaurar la antigua cultura perdida. Fue así que durante el reciente ataque los zentran a la tierra, la computadora de la ciudad perdida la hizo emerger del océano, asumiendo que el fatídico suceso significaba el regreso de la protocultura.