Warera Nantes, Loli Dosel y Conda Bromco

Tres soldados zentradi, asignados a la unidad de reconocimiento "Quel-Quallie" con motivo de interceptar las inusuales transmisiones dentro de la antigua nave del ejército de supervisión, es durante esta misión que los tres soldados tienen un primer contacto con la cultura "microniana", lo que les provoca una serie de extrañas sensaciones, causándoles un desconcierto tal que posteriormente, tras dar testimonio de lo ocurrido tanto a Vrlitwhai Kirdanik y Exsedol Folmo como al comandante supremo Gorg Bodolzer dentro de la flota principal deciden ofrecerse como voluntarios para someterse al proceso de "micronización" e infiltrarse dentro de la nave como espías recabando una gran cantidad de información sobre la sociedad microniana y sus costumbres.

Como la mayoría de los soldados zentradis, Warera, Loli y Conda tienen una personalidad mimetizada y difícilmente es posible identificar algunos rasgos distintivos en su individualidad, a diferencia de oficiales superiores como Kamjin Kravshera, Moruk Laplamiz o incluso Milia Fallyna, por lo que los tres resultan ser totalmente enfocados a sus responsabilidades dentro del ejército zentradi, sin pensar demasiado en las repercusiones de sus acciones.

Sin embargo al encontrarse dentro de la nave microniana, Warera y compañía tuvieron un contacto directo con la antigua cultura perdida, llegando incluso a interactuar con mujeres dentro de la misma nave, algo que estaba terminante prohibido dentro del protocolo zentradi, lo que al principio les impactó de sobremanera aunque posteriormente lo recordarían con mucho agrado.

El principal rasgo que caracteriza a este trío es la particular fijación que desarrollaron por la figura de Lynn Minmay, la cantante más popular del momento, quedando inmediatamente cautivados por sus canciones y naturalmente de su aspecto de niña dulce y tierna, lo cual puede interpretarse como una tendencia a complejo de “lolita”, el cual refiere a una inusual atracción por parte de hombres mayores hacia jovencitas que se encuentran en plena pubertad, probablemente por la nula interacción que tenían con las mujeres de su raza, más allá de las conversaciones oficiales.

Al regresar a la flota de Vrlitwhai y entregar su respectivo informe sobre su estadía en la nave enemiga, los tres espías comienzan a divulgar diversos elementos de la cultura microniana, particularmente la música de Minmay, lo que tiene un efecto similar en sus compañeros soldados zentradi, para eventualmente, organizar una deserción masiva de soldados, quienes se rehusaban a destruir la fuente de tan cautivantes elementos que nunca habían tenido la oportunidad de percibir en su vida.

Jugaron un papel determinante en el drástico giro del conflicto al ser los principales artífices de la deserción de zentradis, buscando posteriormente asilo político dentro de la nave Macross, no sin encontrar cierta resistencia por parte de los más escépticos oficiales y consejeros del Capitán Global, aunque eventualmente siendo aceptados al sugerir el potencial del canto de Minmay como “arma cultural” en contra de la flota principal zentradi.

Durante las post-guerra, los tres antiguos soldados, decidieron retirarse del servicio, y resultaron ser parte de los zentradis que mostraron mejor adaptación al modo de vida civil, sin desanimarse ante las adversidades, como la dificultad de encontrar un sustento, mediante un empleo que no conllevara actividades bélicas, al mismo tiempo que mantenían su enorme fanatismo hacia Minmay, llegando a encontrarla recurrentemente, aunque debido al comportamiento errático de esta producto de su desmotivación en su carrera, llegaron a sufrir de algunos desaires.