Electo como gobernante por los habitantes de la ciudad construida en la isla "Ataria del sur", alrededor de la fortaleza espacial reconstruida por las Fuerzas unidas durante 10 largos años.

Aparece recurrentemente como una figura paterna para los personajes de la serie apoyándoles tanto en su vida profesional como personal, mostrando así una cercanía con el pueblo.

Como gobernante de la nueva "Ciudad Macross", al principio muestra cierto interés por mantener a la gigantesca nave en su ciudad por los intereses económicos que su presencia implica, para más tarde ocupar sus pensamientos en la reubicación de sus habitantes dentro de dicha nave, luego de la invasión zentradi que desembocó en la huida de la nave, a los confines del sistema solar en su primer ataque.

A diferencia de los militares, suele mostrar mucha empatía con la población civil, de la que después de todo sigue siendo parte, no sin dejar de colaborar con las Fuerzas unidas durante el apocalíptico conflicto, procurando el bienestar de sus habitantes y la rápida reconstrucción de los edificios de la ciudad tras los embates enemigos.

A pesar de tener un destino incierto luego de la expulsión de la Macross por parte del Alto mando de la tierra, sería precisamente este evento el que le permitiera sobrevivir al devastador ataque de la flota principal de Gorg Bodolzer, resultando así en uno de los pocos humanos sobrevivientes a la primera guerra espacial, construyendo una nueva "Ciudad Macross" alrededor de la ahora maltrecha fortaleza espacial luego de caer en un lago tras derrotar a Bodolzer.

Durante el periodo de la posguerra, no se ve exento de los numerosos conflictos con zentradis rebeldes, teniendo que lidiar con ello, y otros problemas que implican la inclusión de los gigantes a la nueva sociedad mixta, teniendo que seguir dependiendo de la colaboración con las Fuerzas unidas.