Poco después del fin de la emisión de la serie de televisión, el terreno estaba listo para el lanzamiento de la carrera de Mari Iijima, editando así una serie de álbumes que le valieron un éxito moderado en su tierra natal, aunque en un principio enfocada todavía en el concepto idol, Iijima pretendería ir evolucionando y ser parte y testigo de la transformación del movimiento "Kayokyoku" al moderno j-pop que conocemos hoy día.

Sin embargo el gran éxito de la serie de televisión, hacían que inevitablemente Iijima siempre volviera a un punto inicial, no permitiéndole que sus recurrentes experimentos musicales tuvieran la relevancia o el éxito que ella hubiera deseado aún hoy día lidiando con la pesada carga de la identidad que por desgracia nunca pudo desligar de un personaje de anime, llegando recurrentemente a insistir por lo menos en interpretar alguno de sus temas originales cuando llega a presentarse en alguna convención o eventos conmemorativos de la franquicia, pero gozando también de una si bien pequeña, muy leal base de fans que procuran apoyarle y estar al tanto de lo que Iijima tiene que ofrecer como artista más allá de ser intérprete de “anisong”.

Mari Iijima siempre procuró ofrecer algo más en sus discos que una simple cantante idol, llegando así a incorporar elementos muy modernos y vanguardistas con frecuencia, con temas que indudablemente nos recuerdan a lo más conocido de las ídolos pop de occidente, aunque por supuesto sin llegar a nada demasiado abstracto o incomprensible, notándose así una evolución sobresaliente desde sus aniñados inicios con temas como "Blue Berry Jam" hasta llegar a esfuerzos mucho más sofisticados con temas como "Cecile No Amagasa" ya bastante occidentalizado, y finalmente llegar a un muy interesante álbum de nombre "Coquetish Blue" que manejaba una formidable estructura en lo que a la distribución de los temas en el disco respecta, y daba una idea de la prolífera creatividad de la joven cantante.