En esos primeros escenarios del mentado “j-pop”, comenzaría a surgir un fenómeno cultural, resultado del proceso de sincretismo con elementos occidentales, que se convertiría en un referente de la nueva cultura popular en Japón, particularmente de la industria del entretenimiento, y para ser más específicos, de su música, nos referimos al estilo conocido como “idol”, que a grandes rasgos se le podría considerar como el equivalente oriental de las “boy bands” aunque en este caso siendo aunque no de forma exclusiva, primordialmente compuestas por jovencitas, la mayoría en la etapa de la pubertad, lo que bien puede interpretarse de muchas maneras, una de ellas respondiendo a ciertos fetiches de una sociedad japonesa caracterizada por marcadas preferencias y complejos, que tendrían como consecuencia una materialización e incluso sexualización de estas jovencitas, materia que sigue siendo objeto de discusión estando sujeta a toda clase de controversias.

De vuelta ya a los primeros años 80’s, época en la que el fenómeno "idol" comenzaba a consolidarse en las listas de popularidad del Japón, es como volvemos a la historia del origen del primer proyecto de Macross, la agencia BIG WEST había sugerido la posibilidad de incorporar una nueva forma de promoción como lo sería incluir un elemento musical a la serie, de modo que resultara atrayente a una mayor cantidad de personas, siendo ese momento en el que aparece en escena otro de los elementos humanos clave para el éxito al que ya estaba destinado el proyecto, el talentosísimo ilustrador Haruhiko Mikimoto, viejo amigo del colegio del propio Kawamori.

Viéndose en la necesidad de crear ese atractivo imprescindible a la audiencia bajo la primicia de incorporar la en aquél entonces moderna música, con la figura de una “idol singer”, Kawamori recurre a la ayuda de su antiguo colega Haruhiko Mikimoto y el estudio para el que se encontraba trabajando de nombre “Artland”, hallando durante una de sus reuniones, un boceto de Mikimoto de una coqueta colegiala que era perfecta para convertirse en el personaje que tanto estaban buscando, había nacido una nueva ídolo.